Phantom Thread, oscuro pero elegante romance artístico
Opinión: Rafael Lechado / Echados Viendo Tele
En Phantom Thread está sin duda una de las mejores películas que se hicieron en 2017. Lo que en apariencia es una historia dramática con romance se convierte en algo mucho más complejo y oscuro, conducido por una banda sonora exquisita más unas actuaciones de primer nivel.
Daniel Day Lewis representa aquí a Reynolds Woodcock, un genio de la alta costura de los años 50 en Londres. Vive rodeado de comodidades y su hermana Cyril (Lesley Manville) es quien le cumple sus extraños rituales artísticos, o más bien debería decirse caprichos incómodos para cualquier extraño.
De forma casual Reynolds conoce a Alma (Vicky Krieps), una inocente joven que se desempeña-ba como mesera y que termina siendo “adoptada” por la Casa Woodcock. Es sumamente intere-sante ver el acercamiento del maestro de las telas hacia la muchacha de extracción humilde; es un cortejo sincero y elegante que es bien recibido, probablemente porque en su vida nunca un hombre de esa clase se había fijado en ella.
Al tener una cena en esta prestigiosa Casa Woodcock le explica a Alma que nunca se ha casado y que no es algo que forme parte de su ser, una especie de soltero empedernido. En ese juego de seducción Reynolds termina llevándola hasta su taller, en donde aprecia ante sí una mujer con un cuerpo digno -sin ser perfecto- para llevar sus aclamados vestidos. Desde ese momento ella se hace su musa, aunque Cyril puede olfatear en un primer instante que esta “nueva presa” tiene algo distinto.
Hasta ahí se puede revelar del desarrollo de la película sin caer en terreno de spoilers.
El ritmo es adecuado y te mantiene al hilo de una historia vibrante por los exabruptos, sagacidad y de pronto hasta crueldad que muestra Reynolds, quien es un genio el cual en su estado de creati-vidad no soporta ser interrumpido. Son momentos brillantes de ejecución cinematográfica; las ex-presiones en el rostro, los gestos y hasta el tono de voz de Daniel Day Lewis son una obra de arte como tal.
No queda muy atrás la fenomenal actuación de Vicky Krieps, quien a medida que avanza la trama va tejiendo un personaje que tiene muchas más capas de a como se puede pensar en un principio, desde drama hasta un toque de comedia.
Este romance con tinte gótico tiene una cuota de intriga que aumenta en cada zurcido. Es un ves-tido con múltiples pliegues y colores, algunos claros con representación de ternura y amor mien-tras que otros son oscuros con angustia, dolor y frustración. Todos ellos muy bien orquestados gracias a un guión bien trabajado.
En Phantom Thread los secretos ocultos bajo la tela se vuelven metáforas de la vida real, así mismo el aspecto fantasmal de los recuerdos de una madre que dejan consecuencias en la vida adulta de un hombre que “aparenta ser fuerte”.
Para finalizar no queda otra cosa más que aplaudir la composición musical de Jonny Greenwood (multi-instrumentalista en Radiohead), la cual se convierte en el hilo que está en todos los encajes que tiene este filme, cuyo director Paul Thomas Anderson hilvanó con total dedicación, volviéndo-se en una obra digna de admirar de pies a cabeza en un desfile del séptimo arte.