Miskitu: “un documental sobre nosotros mismos”
Vivian Monteagudo Cajina
Conversar con ella siempre resulta agradable. Sencillez y espontaneidad son rasgos que la caracterizan sobremanera. Habitualmente platicamos de todo un poco, pero en realidad lo que más disfruta Rebeca es compartir lo relacionado a su trabajo y profesión como realizadora audiovisual.
Luego de siete meses de intenso trabajo ya tiene su ópera prima, Miskitu, documental que se centra en destacar la migración de indígenas miskitos a Managua. Los esfuerzos por conservar la cultura, tradición y lengua son reflejados a través de la vida de tres personajes protagónicos, quienes resaltan la historia de un pueblo originario que persiste en mantener su arraigo sociocultural, aun fuera de su comunidad natal.
Miskitu, representa a Nicaragua en la cuarta edición del concurso DocTV Latinoamérica, siendo la primera vez que nuestro país se presenta en este certamen a través de la Cinemateca Nacional. La joven cineasta, Rebeca Arcia, siente el enorme placer de haber sido la ganadora.
Ópera prima
Tras la investigación y el rodaje son muchas las experiencias vividas, la realizadora nos cuenta algunos detalles al respecto.
“El propósito principal desde el inicio fue contar una historia, y era a su vez un reto. Cuando asistí a un taller de asesoramiento en La Habana, en octubre 2013, los expertos me cuestionaron sobre mi trabajo y qué quería contar en realidad. La verdad esto me permitió tener una historia más fortalecida”.
Desde noviembre del año anterior Rebeca comenzó la realización de Miskitu, primero, en Managua y luego destino a la Costa Caribe, así emprendió el arduo trabajo por conseguir su historia.
Durante la filmación se enfrentó al fallo de uno de sus protagonistas, Rebeca lo asumió como un fuerte choque, y al referirse afirma que le movió el piso, así que se reinventó para lograr la historia tal cual la había escrito. Hoy, asegura que cada uno de sus personajes tiene algo de ella.
“Son tres los protagónicos, el estudiante, con el cual me siento identificada, desde el punto de vista que en algún momento migramos por ir en busca de la superación.
El Reverendo, un personaje con el que se enfatizan nuestras creencias, además de que lo siento familiar y cercano. Tengo cierta conexión, pues en mi familia hay un pastor.
Mientras, en la señora se ve todo el tiempo el rescate y el esfuerzo por conservar la cultura, las tradiciones”.
Todos, son personas comunes y corrientes, que si bien compartimos la misma nacionalidad, sí existen notables diferencias en cuanto a clima, gastronomía, costumbres, tradiciones y otros aspectos que identifican y definen a los misquitos, indica la realizadora.
Ciertamente se demuestra en el documental un choque de culturas, rutinas, en el cómo conciben los miskitos su realidad en la Costa Caribe y cómo se contrasta cuando llegan a la capital nicaragüense, aspectos como la distancia, la estructura arquitectónica de la casas, el espacio, el idioma, son algunos rasgos que determinan las diferencias entre los habitantes de la costa Caribe y los del Pacífico, específicamente.
“Independientemente de que somos diversos y multiculturales, son pocos los que tienen contacto directo entre ambas culturas. Yo por ejemplo, me considero misquita, aunque nací en Managua,” afirma afablemente Rebeca.
Nicaragua en lo alto
Al saber sobre qué deja Miskitu en Rebeca, la joven insiste en el hecho del enriquecimiento profesional y espiritual que adquirió.
“Aprendí muchísimo y crecí con este trabajo. Es la primera vez que me propongo una experiencia como esta con ganas de mostrar nuestra identidad nacional. Al principio sentí nervios, luego se sumó la ansiedad y la emoción. Pues aunque se tiene un guión, durante el proceso de realización se va reconstruyendo la historia”.
“Una vez finalizado, viendo los resultados, me siento más orgullosa de ser nicaragüense, lo que se refleja en el documental nos identifica, se sienten las ansias de superación. Realmente el esfuerzo valió la pena, además conté con un excelente equipo de trabajo, desde el punto de vista de la edición, producción, sonido, fotografía, así como el apoyo de las personas que colaboraron en esta realización, tanto canal 6 como la Cinemateca Nacional. Todos nos pusimos en función de hacer el documental y dar lo mejor para obtener una buena historia”.
“Me siento muy orgullosa ya que es la primera vez que Nicaragua participa en un evento de estos y veo sobre todo la importancia de que el estado está detrás de estas propuestas para impulsar el quehacer cinematográfico, y es verdaderamente satisfactorio haber cumplido este objetivo de hacer un documental sobre nosotros”.
Expectativas
“Creo que la gente se sentirá bastante identificada, y espero que lo vean la mayor cantidad de personas, pues hice esta historia para compartirla y que todos nos sintamos reflejados”.
Otro de mis propósitos es que el documental se inserte en diversos festivales y así poner el nombre de Nicaragua en alto. Y además que sirva de herencia no solo a los personajes, sino también al público en general.
Miskitu es resultado de una de las grandes oportunidades que marcan pautas significativas, no solo para el cine documental nicaragüense, sino también de la región.