UN LUGAR COMÚN: EL DRAMA DE SER PRESCINDIBLE
La película Un lugar común, dirigida por la joven cineasta Celia Giraldo, aborda la crisis de identidad de Pilar, una auxiliar de enfermería que se enfrenta a su prejubilación. Aina Clotet, quien interpreta a Pilar, nos lleva a través de un viaje emocional en el que la protagonista busca su lugar en un mundo donde ya no se siente necesaria, tanto en su trabajo como en su familia. La historia explora lo que significa ser “inútil” y cómo esta percepción afecta a las mujeres que, como Pilar, están atrapadas entre la juventud y la vejez.
Celia Giraldo, con solo 29 años, debuta en la gran pantalla con esta obra que refleja las luchas internas de muchas mujeres. La directora se inspira en su propia vida y en las experiencias de otras mujeres que, a pesar de sus logros, sienten que han perdido su identidad cuando dejan de ser el centro de atención familiar. La película destaca la necesidad de revalorizar lo que realmente significa ser valioso en la sociedad, más allá de los roles tradicionales.
En Un lugar común, Pilar intenta recuperar su papel de cuidadora en un hogar que ya no la necesita. A través de una serie de situaciones cotidianas, la película muestra su lucha por conectar con su familia, especialmente con su hija, quien está lista para emprender su propia vida. Este conflicto genera momentos cargados de emoción, donde el amor y la frustración se entrelazan, revelando la complejidad de las relaciones familiares.
Con un enfoque en la autoconciencia y la búsqueda de significado, *Un lugar común* invita a los espectadores a reflexionar sobre su propio papel en la vida. La obra ha resonado especialmente entre mujeres que se ven reflejadas en la lucha de Pilar, convirtiéndola en una historia universal que trasciende generaciones y experiencias. La película, producida en el programa Ópera Prima de la ESCAC, es un testimonio de la voz femenina en el cine y una invitación a cuestionar los estigmas asociados a la edad y la utilidad.