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Cinemateca Nacional Nicaragua

El cine: rostro de un país

Por: Vivian Monteagudo Cajina

Envueltos aún en la realización de otra de sus piezas cinematográficas, que ya cuenta con altas expectativas, el equipo de realización de la productora nicaragüense Camila Films se acerca cada vez a la entrega de su nueva producción, La pantalla desnuda. A propósito de este esperado estreno y a fin de conocer más sobre el trabajo y obra de su directora, Florance Jaugey, la Cinemateca Nacional comparte la entrevista ofrecida por la cineasta.

Colocar la cámara en la cotidianidad de gente común, para vivir a través del lente cinematográfico sus experiencias y realidades socioculturales, son elementos que rigen el hacer de los cineastas Florance Jaugey y Frank Pineda. Su trayectoria, anclada en contexto nicaragüense consolida y reafirma el movimiento cinematográfico del país, dando muestras de las transformaciones que ocurren desde la creación.

“A raíz de una preocupación que tenemos en Camila Films, que es siempre la misma: reflejar la realidad del país en el cual vivimos. Lo que nos interesa es poner la luz y dar la palabra a la gente común y corriente, en su vida cotidiana, lo cual requiere un tiempo extenso, siempre filmamos en períodos largos”.

Hay un dinamismo característico en la producción de Camila Films y en sus ejecutores, al tiempo de nuestra entrevista, recién finalizaban su documental Días de Clase, para el cual se adentraron en la vorágine de una escuela rural al pie del volcán Cerro Negro, en León, Nicaragua.

Para este documental filmamos durante un año, fuimos a la escuela, nos involucramos con los niños, sus padres, las maestras, qué dificultades de la enseñanza experimentan, cómo se mezclan institución, familia y sociedad. Nos pareció interesante ver el trabajo diario y el empeño de esas profesoras que tienen niños de primaria que cursan hasta sexto grado. Queríamos comprobar la evolución de los estudiantes con sus familiares a la hora de realizar las tareas, y también cómo llevan a la par las labores de siembras, y también incidir en lo que significa la educación para ellos y qué esperan lograr.

“Realmente fue una experiencia linda y agradable. Se trata de un documental fresco, alegre, porque es educación, niños, futuro. Hay muchos valores que se aprenden en la escuela y eso también nos interesó”.

Intereses cinematográficos

“Tanto Frank como yo nos inclinamos por el cine, Frank aprendió cine para documentar la revolución. Nicaragua es un país donde suceden muchas cosas, hay tantas historias y la gente está siempre dispuesta a contarlas. Por eso nos gusta trabajar por largo tiempo, conocer el ambiente, adentrarnos en la comunidad, creamos un intercambio, logramos una complicidad con las personas”.

Y aunque los formatos han cambiado, de 1997 a la actualidad, nosotros siempre hemos dirigido la cámara hacia la gente sencilla, la voz común, la juventud, ejemplo de ello: El engaño (2012), que trata sobre la trata de personas; La isla de los niños perdidos (2001); La historia de Rosa (2005), etc. De manera que hemos tratado de contar historias, donde las personas se identifiquen.

Otra de las temáticas exploradas en Camila Films, es la de género, según Florance hay muchas mujeres que son increíbles, una gran mayoría, lo cual debe reconocerse, “si realmente queremos reflejar la realidad, es necesario hablar de género. Trato de hacer películas de este tipo para motivar la reflexión, busco llegarle al corazón de la gente y luego a su cabeza.

Su próxima entrega será el filme, La Pantalla rota, ahora con una nueva versión en su título, La Pantalla desnuda. En los papeles protagónicos cuenta con los actuaciones de del nicaragüense, Roberto Guillén; la actriz colombiana, Paola Baldion; y el actor español, Óscar Sinela. También contó con varios jóvenes, que trabajan papeles pequeños en la película, formados por instituciones y escuelas de teatro, en Nicaragua.

El filme constituirá el segundo largo de ficción del Camila films, que ya aglutina cuatro cortos de ficción.

Florance Jaugey, además de directora es actriz, sus inicios fueron en el teatro, y asegura que disfruta trabajar con los actores, desde la dirección, para ella “es como dirigir una orquesta”.

En sus comentarios la realizadora insiste en lo necesario de hacer un cine donde la gente se reconozca. Florance nos deja la reflexión de que “un país sin cine es un país sin rostro”.

Al referirse a las condiciones del séptimo arte en Nicaragua, la cineasta comentó sobre la carente industria cinematográfica en el país, e indicó la importancia de incrementar la difusión de materiales nacionales en la televisión, afirmó que a pesar de no haber la suficiente formación, sí existe voluntad e interés por producir y crear.