‘Diamantes en bruto’ un ataque de ansiedad cinematográfico necesario de sentir
Opinión: Reynaldo Ruiz (@diablillo13)
Bueno, aquí me detengo para decir que estamos ante una de las mejores películas de los últimos años, dicho esto me atrevo a decir que los hermanos Safdie se consagran con esta entrega titulada “Diamantes en Bruto”.
Después de la brutal “Good Time” esta película viene a reafirmar los nombres de Ben y Joshua como un dúo de cineastas descomunales en cuanto a sello autoral me refiero y luego de haber sorprendido al público de cine independiente con “Heaven Knows Why”.
Dicho lo anterior estamos viendo un ejercicio arriesgado de hacer cine, una cinta de adrenalina de punta a punta como descender el mismo Cerro Negro sin protección alguna, sin saber que va sucederte en el camino, tenso como la misma tabla en la que te tirás, con golpes, muchos por cierto, sujeto a ella sin parpadear, así ni más ni menos te atrapan los hermanos Safdie con un Adam Sandler enorme.
Un filme sin piedad que desencadena un torrente de emociones orgánicas, un completo ataque de ansiedad cinematográfico cada vez que Howard Ratner (Adam Sandler) se mete en problemas gracias a sus ansias de salir de cada lio que le lleva a uno nuevo hasta llegar al punto de apostarlo todo. Los hermanos Safdie lo han hecho de nuevo como lo hicieron con Robert Pattinson ahora con Sandler transformándolo como un actor dramático portentoso e inesperado dandole quizás en mi opinión el mejor papel de su carrera.
La historia se desarrolla en Nueva York, esa ciudad que ha atrapado a los hermanos Safdie como una marca en sus filmaciones o más aún como un personaje paralelo al principal en donde estallan un sinnúmero de situaciones grabadas en 35mm, con un grano y textura cruda que hacen que el espectador estalle y se saque de sus casillas con una narrativa que va de menos a más a medida que transcurre la historia, cada vez que oprime al protagonista contra la carretera en su intento a sobrevivir a los males que le rodean, con una combinación de técnicas, zooms ópticos, largos focales y seguimientos que van mas allá del espíritu ochentero de la visual a la que apuestan.
La película lo tiene todo en lo técnico y visual pero no lo fuera del todo un top sin la magistral actuación de Sandler. Algo que me vuela la cabeza es que no existe razón para que el filme esté fuera de las nominaciones de los Premios Oscar.