El regreso de Hitler en Look Who’s Back
El género de sátiras de Hitler nace en el genio de Charles Chaplin y su gran “Dictador” (1940), una película incómoda, inteligente y mordaz, con un discurso final que le movió el alma a muchos y todavía resuena fuerte en Youtube. En este mismo lugar convive con la imagen del Hitler de “Kung Fury” (2015) resultado de una pesadilla de metanfetaminas y el cine de Hong Kong.
Les propongo ambos por que es necesario mantener la mente abierta (lo van a necesitar) a la hora de apreciar Look Who’s Back (2016). Esta película está basada en la novela Timus Verner publicada en el 2012 y su premisa es que…. bueno… así no mas lo voy a decir, Hitler viaja en el tiempo y aparece en la actualidad, después de eso es difícil de explicar lo que pasa ya que por momentos es una comedia bastante convencional pero empieza a mutar en algo más.
Tenemos lo convencional, lo hilarante de ver a Hitler lidiando con cosas como la derrota en la guerra, las nuevas tecnologías, Alemania llena de emigrantes y los realitys de moda, todo esto es divertido sin embargo es como si por momentos estas situaciones son una película y dentro de esta hay otra, con otro tono y una reflexión terrible.
En esta película Hitler se reintegra a la sociedad, la gente evidentemente ante la imposibilidad de que este sea el Hitler de verdad interpreta su presencia como que es un comediante o un actor dando un performance. Se hace amigo de un periodista freelance mediocre que se lo lleva a pasear por Alemania grabando pequeños cortos de cómo la gente reacciona a su presencia (esto se grabó de forma real, no fue montado)… ¿Cómo reacciono la gente?, la mayoría fue incrédula, los milenialls se tomaban selfies y vídeo y en toda la gira solo un hombre se acercó para putearlo, ¡¡¡solo uno!!!.
Como era previsible los vídeos se vuelven virales y con esto ¿adivinen qué?, Hitler ahora tiene un programa en televisión nacional, que se vuelve muy popular y aquí el empieza a gestar su nueva plataforma política. La gente lo empieza a escuchar, el actor Oliver Masucci logra captar el carisma de Hitler de forma impresionante, los monólogos tanto internos como externos están llenos de una lógica escalofriante, efectiva y arrasadora. Hitler se convierte en una sensación mediática y de esa forma su mensaje encuentra eco.
Casi al final de la película Hitler visita la casa de su asistente, mientras este habla con ella la abuela escucha su voz y lo reconoce, no como un actor o un comediante haciendo un performance si no como quien realmente es ¡¡¡Adolfo, Puto, Hitler!!!!. Tratan de explicarle que eso es imposible, que este es un comediante, pero la memoria del dolor no se confunde. Es él, no hay dudas y aquí la abuela tira una reflexión dilapidante para nuestros tiempos, -así empezó antes, la gente se burlaba y se reía de él, nos descuidamos y nos llevó a la ruina-.
Al final Hitler va en su carro y habla de cómo está decepcionado por que su asistente es medio judía mientras suspira de nostalgia por sus SS, mientras su amigo lo mira horrorizado por que se dio cuenta de que Él, volvió.
Juan Martín Monte Casablanca/ Echados Viendo Tele